domingo, 24 de junio de 2012

Cuando el niño reta

Durante las últimas semanas, nuestra hija María está  constantemente probando los límites de hasta dónde puede llegar, retándonos a veces... Es algo totalmente normal a su edad, pero al principio no sabíamos muy bien cómo lidiar. Saber cómo comportarse en este momento de desarrollo es fundamental. Creo que este artículo es útil.
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El Carácter del Niño.

La mayoría de los niños pasa por una época en que decide probar los límites que se le han impuesto y empieza a comportarse retador.

Cuando esto sucede, el niño intentará cualquier método desde la manipulación emocional, lágrimas que conmuevan al más indiferente hasta mostrar verdadera agresividad, y tener ataques de ira o pataletas en las que grita, patea, se tira al suelo, etc.

Para los padres es importante aprender a manejar estas situaciones de tal manera que no las estén provocando sin darse cuenta.

Uno de los momentos en que la mayoría de las mamás perdemos la paciencia es cuando nuestros hijos deciden comportarse así en medio centro comercial y delante de un montón de gente. Los sentimientos de vergüenza, de frustración, de impotencia surgen junto a la sensación de que el incidente sólo demuestra nuestra incapacidad para ser madres y controlar la situación.

Lo primero que se debe hacer en estos casos es precisamente olvidarse de esas sensaciones puesto que no ayudan a resolver nada y además son sentimientos infundados ya que la actitud del niño es relativamente normal en un momento dado. Después es importante ser consciente de que si no se toman las medidas necesarias, el infante empeorará y hará de estas escenas un hábito.

El mensaje que el niño debe recibir es que no está llegando a ningún lado actuando de esa forma, porque como él está probando los límites irá hasta donde se le permita. De esta forma, es importante que la madre mantenga la calma y no pierda la paciencia, pues sino se estaría poniendo al mismo nivel que el niño y perdería autoridad ante su hijo.

Luego, se le debe explicar al niño serenamente (una vez que él se haya calmado) que lo que hizo no es correcto porque no transmite ningún mensaje, y es imposible entender lo que quiere. Debe quedarle muy claro que no se hizo entender con su actitud violenta.

Seguidamente, hay que indicarle suavemente que su reprobable actitud tendrá consecuencias que pueden ser pequeños castigos. Por ejemplo, se le dice que cuando lleguen a casa, estará diez minutos castigado solo en su cuarto para que reflexione sobre su comportamiento. Toda la explicación debe ser clara y apta para la edad del niño, esto debido a que es fundamental que él entienda lo que está sucediendo. Otro castigo puede ser mandarlo a la cama cinco minutos antes.

Si tu hijo persiste con esta conducta, se deberá aumentar tiempo en el castigo. Recuerda que es fundamental explicarle la razón del castigo y nunca cedas, porque sino él creerá que ganó la batalla, que tiene el control y se volverá muy indisciplinado.

Por último, es importante que cuando el niño deje de tener esas reacciones, se lo hagas saber. Felicítalo y dile lo orgullosa que estás de él debido a su capacidad de controlarse, dile que ya está creciendo, así se sentirá muy contento y terminará por completo con su violencia. Tu hijo habrá descubierto por fin donde están los límites y sabrá que la que los pone eres tú.

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