domingo, 19 de febrero de 2012

Retrospectiva: Los terribles cólicos


Durante los primeros meses, lo peor fueron, como en el caso de tantos padres, los tan merecidamente temidos cólicos del lactante, para los que, por nuestra experiencia, parece no haber mucho remedio realmente efectivo.  A pesar del escepticismo de nuestra pediatra,  la desesperación nos llevó a probar los diferentes remedios que nos recomendaron padres más experimentados que nosotros. De esa época recuerdo eso sobre todo: la impotencia de ver y oír a la niña llorando desconsoladamente durante un tiempo que se hacía interminable, sobre todo por la tarde-noche, a veces los dos juntos, a veces alternándonos para intentar proporcionarle alivio de alguna forma… y el descanso que sentíamos cuando por fin la pobrecita se callaba y se dormía… La niña nació en enero y los terribles cólicos fueron disminuyendo poco a poco hasta que finalmente cesaron cerca del verano.
Nota para los que váis a ser papis próximamente: a nosotros, lo que mejor nos funcionaba era el proporcionarle calor en la barriguita, (utilizábamos bolsas de semillas que se calientan en el microondas); a veces masajearle en sentido circular la barriguita y, finalmente,  mantenerla en, y alternar,  las posturas recomendadas para proporcionar alivio a los bebés en esta etapa.

viernes, 17 de febrero de 2012

Cómo duermen algunos papis y mamis con un bebé

Algunos papis y mamis que conozco se sienten identificados con alguna de las posturas que forman este particular muestrario...
Gracias, Sofía, por compartir la foto, y ayudar a sonreír un poco a papis y mamis faltos de sueño ...

 Foto publicada en Facebook.

Terrores nocturnos: por qué ocurren y qué hacer al respecto

Desde hace una temporada, María despierta por la noche. Este artículo de BabyCenter nos ha ayudado a diferenciar terrores nocturnos y pesadillas, y lo que es más importante, a tranquilizar de forma más efectiva a la niña.
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  • ¿Qué son los terrores nocturnos?
  • ¿Cuál es la diferencia entre terrores nocturnos y pesadillas?
  • ¿Qué debo hacer si mi hijo tiene un terror nocturno? 
  • ¿Qué ocasiona los terrores nocturnos, y pueden evitarse?

¿Qué son los terrores nocturnos?

Los terrores nocturnos son alteraciones del sueño en las que el niño podría sentarse de repente al estar acostado, llorar, gritar, gemir, balbucear y sacudirse con los ojos abiertos, pero sin estar realmente despierto. Debido a que se encuentra en una especie de zona intermedia entre el sueño y la vigilia, no está consciente de tu presencia y no es probable que responda a nada de lo que digas o hagas.

Los investigadores consideran los terrores nocturnos como fallos misteriosos en las transiciones que normalmente hacemos con facilidad cada noche entre las diversas etapas del sueño. Hasta un 15 por ciento de los niños tienen terrores nocturnos en algún momento, empezando por lo general entre el año y los 5 años de edad, y estos pueden continuar hasta los 7 años o incluso hasta la adolescencia. Un episodio puede durar de 2 a 40 minutos y, cuando termina, tu hijo se vuelve a dormir de manera abrupta sin recordar el incidente.

¿Cuál es la diferencia entre los terrores nocturnos y las pesadillas?

A diferencia de los terrores nocturnos, una pesadilla deja a tu hijo verdaderamente despierto: puede recordar su sueño y a veces incluso hablar de él, y busca y se siente calmado por tu presencia. Además, los niños tienen pesadillas durante la fase del sueño en la que se sueña (en el que hay movimiento ocular rápido), a menudo temprano de madrugada y por la mañana temprano, entre las 2 y las 6 a.m., mientras que por lo general tienen terrores nocturnos en las primeras horas de la noche, durante el sueño en el que no se sueña (en el que no hay movimiento ocular rápido).

La manera más fácil de distinguir entre un terror nocturno y una pesadilla, según la experta en sueño de BabyCenter Jodi A. Mindell, autora de Sleeping Through the Night (Durmiendo toda la noche), es preguntarse quién se siente peor al respecto la mañana siguiente. "Si tu hijo está más agitado, tuvo una pesadilla. Si eres quien está perturbada, probablemente tuvo un terror nocturno". Ten por seguro que el "terror" de una noche así dura mucho más tiempo en el papá o la mamá que lo vio que en el niño que lo vivió.

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene un terror nocturno?

No trates de despertarlo. Y espera que tus esfuerzos por calmarlo sean rechazados ya que realmente no se puede calmar a un niño que está teniendo un terror nocturno, y si tratas de cogerlo en brazos eso podría hacer que se pusiera peor. A menos que esté en peligro de hacerse daño, no intentes calmarlo físicamente. Sólo habla de manera calmada, colócate entre él y cualquier cosa que pudiera presentar peligro (la cabecera de su cama, por ejemplo) y espera a que pase la tormenta.

Antes de irte a acostar, toma las mismas precauciones que tomarías con alguien que anda despierto, ya que los niños que están sufriendo un terror nocturno a veces se bajan de la cama: recoge juguetes u otros objetos que estén en el suelo con los que pudiera tropezarse, coloca una valla protectora en la parte de arriba de las escaleras, asegúrate de cerrar todas las ventanas y de que las puertas que den al exterior estén cerradas con llave.

¿Qué ocasiona los terrores nocturnos, y pueden evitarse?

No existe una forma definitiva de evitar los terrores nocturnos, debido a que no se sabe exactamente qué los ocasiona. Lo que se sabe es que, por sí mismos, los terrores nocturnos no significan que el niño tenga un problema psicológico, ni siquiera que esté molesto por algo.

Los terrores nocturnos pueden ser la consecuencia de un horario para dormir errático o insuficiente, o de cualquier tipo de falta de sueño. Resolver cualquier otra clase de problemas relacionados con el sueño que tenga tu hijo (como levantarse a media noche) y asegúrate de que tenga una hora estable para irse a la cama, con una rutina que lo tranquilice, y también de que obtenga suficientes horas de sueño. Esto puede ayudar a prevenir los terrores nocturnos.

En ciertos casos, estos terrores pueden suceder debido a apnea durante el sueño, un trastorno serio pero corregible en el que las anginas y los adenoides (tejido normal en la garganta) que están inflamados bloquean las vías respiratorias durante el sueño, dificultando la respiración y haciendo que el niño despierte parcialmente.

Publicado en BabyCenter España; http://www.babycenter.es/
Aprobado por la Junta de Asesores Médicos de BabyCenter 

lunes, 6 de febrero de 2012

Enseñar lenguas sin excluir: Xulia, de 6 años, habla seis idiomas

Durante años, no ha dejado de sorprenderme el escuchar a adultos, (algunos con estudios superiores), argumentar que es mejor que los niños aprendan español que gallego, (según ellos, el español es más útil); o que para que aprendan bien español, es mejor no liarlos con el gallego; incluso viceversa: que el castellano interferirá en el aprendizaje del gallego; o que el mejor idioma extranjero es el inglés por ser el más internacional... En alguna de esas ocasiones, mi respuesta fue: ¿es que los niños gallegos son más tontos que los de Suiza, Luxemburgo, Bélgica...? En esos países, los niños crecen aprendiendo varios idiomas y no tienen problemas...
Desde que nació mi hija empecé a hablarle en inglés con frencuencia. Algunos de mis familiares y amigos me decían que la iba a confundir y mostraban, cuando menos, su perplejidad. Ahora la niña ha hecho tres años, y aunque se resiste a hablar en inglés, (lógico, puesto que "vive en inglés" una parte muy pequeña de su tiempo), es evidente que lo entiende. Por fin, mis allegados han dejado de bromear y tener dudas...
Como tengo un conocimiento "decentillo" de francés, estoy pensando en empezar también con esa lengua. Con menor intensidad, claro, porque mi francés no es tan bueno como me gustaría y, porque además, según algunos pedagógos, para facilitar el aprendizaje de lenguas extranjeras, es conveniente que cada persona utilice siempre el mismo idioma. Y me pregunto: ¿volverán a bromear al respecto?
Bueno, para los que duden sobre la capacidad de aprendizaje de idiomas de los niños, este vídeo es muy revelador: una excelente prueba de que los niños pueden aprender varios idiomas a la vez sin exclusiones.

http://www.youtube.com/watch?v=hOmSChZDbas&feature=share
Video publicado en You Tube

sábado, 4 de febrero de 2012

¡Pero que presumida eres, María…!; 2012, 4 febrero


Año pasado: Durante un fin de semana en casa de mi hermana Bea y su marido, hubo primero sesión de complementos: la niña acabó cubierta de collares y horquillas. Además,  el no va más: mi hermana la maquilló. María estaba encantada pero no se estaba quieta, por lo que mi hermana no acabó “el trabajo” y  el maquillaje duró poco...
Unos días más tarde en casa, para entretenerla le pregunté si quería pintarse otra vez. Contentísima, contestó que sí, por lo que  quité mi maquillaje y pinturas suyas compradas para los festivales. Empecé a maquillarla, pero acabé cediendo y dejándola pintarse a sí misma. Resultado: acabó pintarrajeada hasta el punto de que al tocar la ropa, el sofá, etc. manchaba todo.  Decidí borrarle la cara, pero no quería: ¡Que gritos, se enteró todo el edificio!

Desde entonces, ha pedido pintarse la cara un montón de veces: ¡menos mal que lo que prefiere son mariposas, y no maquillaje de fiesta!.

Más recientemente: Fuimos a hacer una visita a unos tíos míos. Mi tía tenía las uñas pintadas en un tono rosa clarito. María, que está en la época del “todo rosa o violeta” y que llevaba mucho tiempo queriendo pintarse las uñas, a pesar de que a sus papis no les hacía mucha gracia…, se fijó rápidamente en la uñas de tía Visita. Mami y papi habían acordado claudicar ante tanta insistencia de la niña,  y finalmente, le sugerí a mi tía que, si quería hacerle un regalazo, se las pintase… ¡Dios!, lo sorprendida que me quedé viendo lo quietecita que estaba durante el proceso y los minutos siguientes… Hubo que decirle que ya podía mover los dedos… Y creedme, estarse quieta en mi hija, es muy, muy, raro…
Desde entonces, ya se ha pintado las uñas varias veces: algunas veces la abuela, incluso mamá (los Reyes Magos trajeron esmalte de uñas para pintarse mamí y María, si ésta última se porta bien...).
Últimamente: En esta época hace frío, y de vez en cuando cuando los labios se le empiezan a cuartear, le echo un protector labial: no barra de labios con color, sólo protector labial incoloro... Da igual, pone boquita de piñón, y pasa un rato sin hablar… No importa que le hablen, durante un ratito, ella no puede hablar porque tiene “los labios pintados”.
Y podría contar mucho más… (¡que "miedecito" nos entra a su padre y a mí, cuando adopta posturistas tipo "Barbie" delante del espejo, o incluso sin estar delante del espejo!), pero dejemos el tema aquí…

miércoles, 1 de febrero de 2012

"No quise jugar con ese niño, porque dice "ostras"; 2012, 1 febrero

Después de casi dos semanas sin ir por haber estar enferma, María se reincorporó hoy al "cole". Estuvo poco tiempo, pero salió muy contenta diciendo que había jugado con muchos niños. Por lo visto, había jugado "a correr", (estoy casi segura de que la iniciativa partió de ella en ese juego) y a disfrazarse... Nos dijo los nombres de los compis con los que jugó. Eso sí, dijo que no había querido jugar con un compi, (se dice el pecado, pero no el pecador), porque dice "ostras". Según la niña, las profes le riñen porque dice "ostras". Nos hizo gracia. No tenemos claro si la niña entendió mal la palabra o si las profes dicen efectivamente "ostras", en un intento de "despistar" a los que no conocen la otra palabreja. En cualquier caso: "Gracias, profes por no dejar que los niños digan "ostras" en el cole.